La producción en México tiene un papel fundamental en la cinematografía iberoamericana.
La producción en México tiene un papel fundamental en la cinematografía iberoamericana. El máximo premio otorgado por la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de España (AACCE), el Goya, ha hecho eco de esa relevancia desde su segunda edición, en 1987, cuando premió la labor de Luis Alcoriza en la cinta Lo que importa es vivir.
En 2017 la cinta mexicana Las elegidas, de David Pablos, podría alzarse con la estatuilla en la categoría a la Mejor película iberoamericana.
El realizador mexicano agradeció este “gran honor”, al tiempo señaló su trascendencia: “Desde el principio creí profundamente en el proyecto (de Las elegidas). He tenido la gran fortuna de que con esta película han sucedido oportunidades, como de estar nominado al premio Goya, así como el haber conectado con el público.
“Me siento muy halagado. La gran importancia de los premios radica en la visibilidad y que es un trampolín. Estar en esta posición significa continuar la trayectoria de la película y, por el otro, siempre para la carrera del director es importante tener este tipo de plataformas, tanto de festivales como de premios”, dice Pablos a Crónica vía telefónica desde Los Ángeles.
A pesar de las nueve horas de diferencia entre España y Estados Unidos, el cineasta no pudo contener la curiosidad, la madrugada de este miércoles supo de su nominación. “No pude evitar la tentación de meterme a la computadora y ver qué había pasado. Fue una muy grata sorpresa ver que ahí estaba mi película en la lista”, relata.
Esta distinción de parte de la AACCE le permite al creativo aceptar lo fundamental del soporte de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC): “Siento una enorme gratitud por haber apoyado esta película y creído que era la candidata idónea. Es muy reconfortante saber que hubo un apoyo importante desde México”, expresa.
Las elegidas compite en la categoría con Anna, de Colombia; El ciudadano ilustre, de Argentina, y Desde allá, por Venezuela (una coproducción con México). El director Lorenzo Vigas se congratula por esta mención al lado de estos filmes de la región. El venezolano aprovecha la oportunidad para reflexionar sobre el cine latino de hoy en día.
“Es muy fuerte, es una de las cinematografías más vivas y no solamente prolijas, sino singulares y con una visión propia muy fuerte y eso se está viendo reflejado en los resultados en festivales internacionales, no tanto en los premios nuestros, sino en los resultados que hemos visto en los premios más importantes como Cannes, Venecia y Berlín.
“El termómetro más importante no tanto son los premios locales, sino más bien los internacionales”, comenta. Del reconocimiento por parte de la AACCE asegura: “Me parece buenísimo, porque al final de cuentas los Goya son el premio más importante para el cine iberoamericano, de la región.
“Que la película tenga este reconocimiento me parece muy bueno. Empezó en Venecia su recorrido, pero ahora que podamos estar en los Goya es magnífico”, abunda Vigas.
NOMINACIONES. Javier Cámara y Natalia de Molina anunciaron las 28 candidaturas de la 31 edición del premio Goya. Un monstruo viene a verme, de Juan Antonio Bayona, logró 12 menciones; El hombre de las mil caras, de Alberto Rodríguez, y Tarde para la ira, de Raúl Arévalo, 11, y 1898. Los últimos de Filipinas, de Salvador Calvo, nueve candidaturas.
El principal galardón, el de Mejor película, lo disputarán Un monstruo viene a verme,Tarde para la ira, El hombre de las mil caras, Julieta, de Pedro Almodóvar (postulada en siete categorías), y Que Dios nos perdone, de Rodrigo Sorogoyen (candidata en seis rubros).